Aprovechando Halloween y el cumple de Cristina, su marido Daniel, siempre me pide una tarta con motivos de Halloween, y este año, tocaba una escena del crimen con todo lujo de detalles.
Para empezar el bizcocho sería un Red Velvet con baño de almíbar de melocotón y relleno de crema de queso Philadelphia, exquisito, una cobertura de ganache de chocolate negro para poder adornar de fondant de color blanco, y adornaría con una forma de cadaver sobre la tarta y un montón de manchas de sangre, que las haría con ganache de chocolate blanco teñido de rojo, y un montón de pruebas que debía descubrir para saber sobre el asesino, además le colocaría sobre la tarta un lupa de investiador y la prueba del delito, un cuchillo, por supuesto simulado, como prueba principal del crimen.
Y no podía faltar el nombre de la victima del cumpleaños, en un cartel blanco, con su nombre hecho de la sangre simulada de chocolate de color rojo, y su edad como una de las pruebas claras de quien era, la victima del cumpleaños.
Una vez colocada sobre su base de color negro, solo faltaba que todos disfrutaran del sabor de la tarta y que descubrieran todas las pruebas del delito.
Aunque había una linea de prohibido pasar por la escena del crimen, así que no se como lo harían.
Espero que todos hayais disfrutado de la celebración de un día tan señalado.
Feliz Halloween.
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