Mi sobrino Hugo cumplía 10 años y le ibamos a celebrar una fiesta sorpresa, y por supuesto tendría su genial tarta de fondant.
Esta vez sería de su maquina de juegos preferida, con una imagen del su juego favorito en su ´´ultima version, sobre la pantalla, genial.
La tarta sería un bizcocho de yogur en varias capas de vainilla, con baño de almíbar de citricos, con relleno de confitura de fresa y butter-cream de fresa, un sabor excelente y riquísimo.
Una vez cubierta de chocolate negro y dada la forma de la consola de juego, solo faltaba darle todos los detalles a la maquinita.
Ya una vez adornada, solo faltaba colocarla sobre su base de color negro de purpulina, con el nombre de mi sobrino en la parte frontal y su edad sobre la base.
Preciosa y riquísima, y a él le encantó como a todos los que asistimos al cumpleaños.
Muchas Felicidades a mi sobrino que ya se está haciendo mayor, pero a pasos agigantados.
Un beso muy fuerte.
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